11 de septiembre. Día del maestro.

Cada 11 de septiembre, se conmemora el día del maestro, como homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, en el día de su muerte, ocurrida en 1888.

Sarmiento fue un hombre muy interesado por la educación. Durante su presidencia,  Domingo Faustino Sarmiento había planificado la llegada de 1000 maestras extranjeras, para enseñar en la Argentina, pero su ambicioso sueño se vio ampliamente reducido. En 1869 Sarmiento logró apenas que vinieran sesenta y cinco maestras de Estados Unidos a enseñar en las escuelas argentinas. Un gran grupo regresó a su tierra natal, poco tiempo después, pero otras se quedaron a vivir en nuestro país.

Algunas habían aprendido nuestro idioma en su país, pero, las que no lo habían hecho, tenían cuatro meses antes de comenzar a dar clases, para aprender a hablar en español, y para ambientarse a las costumbres de los lugares a los que habían sido designadas.

Sarmiento había determinado que las maestras se distribuyeran equitativamente por diferentes provincias, y muchas estuvieron al frente de pequeñas escuelas-rancho.

La idea del primer gran maestro argentino, era la de que estas maestras pudieran formar a otras nuevas, en las escuelas normales, de las que muchas llegaron a ser directoras.

El 30 de marzo de 1894, una de las maestras estadounidenses asignadas a Mendoza, llamada Mary Morse, quien en ese momento era directora de la Escuela Normal de esa provincia, escribió en un libro de actas encontrado en 2016 en el subsuelo de la escuela:

"Hay que estudiar sistemáticamente algún caso durante el año; leer buenos libros, revistas y periódicos de manera continua; hacer una preparación concienzuda de cada lección; tratar a las alumnas como amigas; llevar a la clase buen humor y no los disgustos del afuera; cuidar de usar voz dulce pero que denote autoridad". Morse sentaba, de ese modo, las bases de las teorías que recién en 1970 aparecieron como novedosas en el sistema educativo.

Dijo el gran escritor Antonio Machado: ”En cuestiones de cultura y de saber, solo se pierde lo que se guarda, solo se gana, lo que se da.”

Este legado de la maestra Morse sigue aún vigente y late dentro del corazón de cada escuela, porque ser docente es un acto de entrega constante, que muchas veces pasa desapercibido, en el trajín diario, donde lo bueno se nos hace costumbre. En nuestro país ejercieron con amor y responsabilidad su tarea de enseñar grandes docentes, entre las que recordamos a Sara Ecclestone, las hermanas Olga y Leticia Cossettini, Rosario Vera Peñaloza y Juana Manso.